 Como sabrán algunos de mis amigotes, me dan asco varias cosas, especialmente las deformidades humanas.
Hablé con mi papá acerca de lo malo que puede ser eso, o mal visto que puede ser porque la gente va a pensar que yo soy mala y discrimino sólo porque las personas son "defectuosas" físicamente. Y es que él, antes de trabajar para la República, era enfermero en la Marina. Y me dijo que según él lo veía, era normal. Él mismo atendiendo lesiones graves, también le daba asco. Pero el trabajo es el trabajo.
Como yo lo veo, no discrimino, la verdad no me importa la configuración física de la gente. Y en realidad me da lo mismo si le falta o le sobra algo, mientras ese algo no influya en lo que se espera del ser humano en cuestión. Es decir, si se necesita para locutor de radio y le sobran dos dedos en cada mano, da lo mismo. Sólo que me da asco.
En estos días, llegó un niño a Chile en busca de una reconstrucción facial porque había nacido con una malformación nasal. Eso salió en las noticias que, morbosamente, lo presentaron durante las tres fases del asunto: antes, durante y después.
¿Será que a toda la gente le atraen los fenómenos?
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