 De un tiempo a esta parte me he hecho de algunos libros bastante rancios (y por eso mismo, valiosísimos). Y resulta que me voy dando cuenta que cada vez que los leo y paso las páginas de la forma más cuidadosa que se me ocurre; se mellan, se ajan y me pongo triste. Porque pienso que en el devenir de los días... voy a tener un montón de hojitas rotas e ilegibles; sólo el recuerdo de mi riqueza cultural. Entonces, pensé en mandarlos encuadernar. Para ponerles unas tapas duras que quizás los protejan mejor. Pero recuerdo cuando mi papá me dice que para que las cosas salgan bien, las tiene que hacer uno mismo. Sé que eso es no respetar el trabajo ajeno; pero he tenido bastantes experiencias con cosas mandadas a hacer y que uno entrega al "profesional", que después vuelven en peor estado o condiciones. Así es que pienso en la mejor aprender la forma de encuadernar con mucho cuidadito mis libros tesoros. Aunque me queden feos. Así, al menos, yo tendría la culpa y no sentiría el dolor de cometer un error entregándoselo a otros que quizás no les tengan tanto cariño. |