Como detesto las malditas mentiras. Mienten mienten... odio a la gente que miente. Otra de las cosas que me da mucho asco, es la gente que miente. ¡¡Qué asco!! Me asquea, me hace sentir rechazo que eventualmente se transforma en asco. Odio a la maldita gente que miente, tanto como odio el color blanco y los días lunes. Odio mucho a las personas que inventan excusas y piensan que yo las creo. Y piensan que soy tonta y en su interior dicen casi riéndose: "no se dio ni cuenta... es tan tonta..." Y no se dan cuenta que es compasión... que es vergüenza ajena la que me da... que es lástima la que siento por una persona tan estúpida que inventa mentiras para quien sabe qué. Maldita la mentira pero más maldito el que miente. Pero, ¿qué puedo decir?... ¿qué puedo decir? Algo como: "no es necesario que me mientas..." o mejor... "¿para qué me mientes?" o puede ser "¿tan tonta piensas que soy que crees que me creo esa mentira estúpida y simplona?" No... mejor no decir nada, mejor no decir nada para que el peso en la conciencia se coma a la persona mentirosa y no la deje dormir, no la deje vivir, no la deje existir feliz... para que de repente se contradiga y no sepa con qué mentira tapar la otra mentira y el círculo mentiroso se agrande y de repente se encuentre envuelta en un loop de mentiras y malas ondas. Porque como le pasó al estúpido de Pedrito, ya no se le vuelve a creer. Nunca. Jamás. Odio que me mientan, odio a la gente que miente, odio a la gente que cree que no sé cuando me mienten y odio saber que me están mintiendo. Maldita sea la gente que miente y sus malditas mentiras.
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Si malditas sean todas las que mienten incluida una que yo conozco y está lejos, en Veracruz.