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DESPEDIDA
15 de junio de 2006
Me gusta ver cuando la gente se despide en los terminales de bus, en los aeropuertos o donde sea. (Al fin algo que me gusta, je) Y me imagino las cosas que dicen.
Esta noche estuve en un terminal de buses y había todo tipo de despedidas.

Había un par de hombres jóvenes que conversaban y se reían. Uno parecía muy mayor que el otro y lo trataba como a un hermano menor. Cuando anunciaron la salida del bus, lo tomó y lo abrazó y como que se le salió una lagrimita porque no pudo despedirse de él hablando.
Es decir, lo abrazó, le dio la mano y se limpió la nariz como hacen los hombres para que no se les note cuando lloran.
Había también un caballero despidiéndose de una señora. Él se veía amable. Le llevaba la cartera y el abrigo y la miraba muy fijo cuando ella le hablaba y le tocaba el pelo como con cariño. Él no la tocaba pero se notaba que le gustaba que ella lo acariciara así simplemente. A la hora de subir al bus ella le dio un beso y él le ofreció el brazo para que ella lo tomara. Después la ayudó a subir al bus. Subió con ella y como se sentó más atrás no sé qué pasó. Pero me imagino que fue cuando acomodó sus cosas. Cuando se bajó, se instaló junto al bus y sacó un cigarrillo
. No se veía preocupado pero se notaba que era del tipo de personas que quiere estar seguro que todo está bien, hasta donde pueda asegurarse. Cuando el bus partía, sacó un teléfono. Y segundos después, sonó otro arriba del bus. Seguro era él.
Llegaron también cuatro niñas muy jóvenes, como de 16 o 17 años. Dos cargaban un bolso grande y las otras dos conversaban muy animadas. Cuando le entregaron el bolso al auxiliar del bus, se pusieron las cuatro a conversar como haciendo escándalo, riéndose muy fuerte y fumando mucho. Me imagino que era reacción al frío porque hacían ese gesto de ponerse las manos en los bolsillos o de cruzar los brazos sobre el pecho y decir: "uuuy, que hace frío". Cuando llamaron a subir, una de ellas abrazó a otra (la que venía conversando) y las otras dos las abrazaron así como "abrazo de grupo". Y se reían mucho. La pasajera subió y mientras caminaba por el pasillo del bus, miraba por las ventanas que daban hacia donde estaban las amigas y alcancé a ver que les hacía señas con la mano. Las amigas, desde abajo, le gritaban cosas graciosas y que llamara cuando llegara y cosas así. Son entretenidas las despedidas ajenas.
Otro hombre joven bastante desgarbado se acercó al auxiliar y le dijo algo. Me imagino que le preguntó la hora de salida del bus, porque terminaron de hablar y sacó un cigarrillo. Lo encendió, y fumó tranquilamente. Cuando encendieron el bus buscó un cenicero y apagó el cigarro. Se cruzó el bolso y miró para los lados. Evidentemente, nadie había venido a despedirse de él. Caminó y subió en silencio. Se sentó en un asiento casi frente al mío, así es que antes de eso, lo vi acomodar su bolso en la parte de arriba y sacar algo. Era un reproductor de música que encendió de inmediato. Se sentó y ahí se quedó callado pero como llevando el ritmo de la música con la cabeza.
Había más gente, pero con estas cuatro personas me entretuve.

Ojalá nadie me mirara cuando me despido de alguien, ni sacara conclusiones de ello. Pero, no puedo ser la única del mundo, tiene que haber otra maniática u otro maniático por ahí.

Escrito en el desvarío de las 22:24  
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