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NO A LAS FOTOS
6 de septiembre de 2006
Esta foto fue tomada en 1888. Sé quien es el hombre y sé quienes son sus descendientes. Es más, un tataranieto de él es idéntico.Algunos toman las fotografías con gusto de pensar que fue un momento guardado para la posteridad... para que hoy sus descendientes vean cómo era su rostro, dónde estaban sus tatuajes, como se perfilaba su cuerpo...
Pero a mi me da pena. Yo lo veo más como un momento robado, en que el hombre me está mirando fijo y yo no puedo saber lo que está pensando.
¿Cómo habrá sido ese día?
¿Le habrán dicho que alguna vez iba a ver la foto?
¿Se habrá dado cuenta que en el futuro la estaría viendo yo?
¿Sabría que hoy su fotografía es un documento histórico?
¿Por qué habrá dejado que se la tomaran?
¿Habría alguien más con él cuando la tomaron?
¿Cuántos años tendría?
¿Y dónde estaba su familia ese día?
¿Qué estaba haciendo antes que le dijeran que posara?
¿Y qué hizo después de la foto?
¿Sería un hombre bueno?
¿De qué color serían sus ojos?
Él estaba en Tahiti este día. ¿Habrá extrañado la Isla o estaría feliz ahí?
¿Estaría a punto de volver?
¿Estaría recién llegado?

Malditas fotos.
Me da pena la imagen que quedó ahí atrapada y sin posibilidad alguna de retornar, por más que se muera de ganas.
Escrito en el desvarío de las 17:43  
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